Una dieta rica en grasas saturadas podría reducir rápidamente los niveles cerebrales de apolipoproteína E, sustancia que ayuda a proteger de la enfermedad de Alzheimer. En ese caso, las proteínas β-amiloides del cerebro tienen más probabilidades de formar placas que interfieren con la función neuronal, el tipo de placas halladas en el cerebros de pacientes con enfermrdad de Alzheimer.
En el ensayo clínico participaron 20 personas mayores con una cognición normal (edad media: 69 ± 7 años) y 27 con deterioro cognitivo leve tipo amnésico (edad media: 67 ± 6 años), un precursor de la enfermedad de Alzheimer. Todos los pacientes fueron asignados aleatoriamente a dietas que contenían la misma cantidad de kilocalorías, pero que eran ricas o pobres en grasas saturadas. En las dietas ricas en grasas saturadas, el 45% de la energía total provenía de las grasas, y más de una cuarta parte de éstas eran saturadas. En las dietas bajas en grasas saturadas, el 25% de la energía provenía de las grasas, y las saturadas representaban menos del 7%. Tras apenas un mes, las dietas provocaron cambios en la cantidad de proteína β-amiloide y de apolipoproteína E en el líquido cefalorraquídeo de los participantes. [JAMA Neurol 2013]
Hanson AJ, Bayer-Carter JL, Green PS, Montine TJ, Wilkinson CW, Baker LD, et al.
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