Un equipo internacional, con participación española, ha
identificado varias mutaciones en un nuevo gen que duplica el riesgo de
desarrollar enfermedad de Alzheimer (EA).
En el nuevo gen -PLD3- con el se ha identificado tres variantes genéticas que aumentan al doble el riesgo a desarrollar esta enfermedad,
lo que abre la puerta a probar nuevas terapias
El presente estudio ha encontrado las nuevas variantes
genéticas en un gen que nunca se había relacionado con la EA anteriormente, y
que además ocurre en la población en una frecuencia muy baja, lo que las hace
muy difíciles de identificar.
El primer paso fue identificar las familias con mutaciones
en los genes que se sabe que causan EA, con el fin de eliminarlas del estudio.
En total, los investigadores secuenciaron todos los genes de varios familiares
con y sin EA en más de 14 familias mediante secuenciación de exoma completo.
Los científicos compararon el ADN de los pacientes enfermos
con el ADN de los familiares sin EA. Al final, identificaron dos familias que
portaban la misma variante genética en el gen de la fosfolipasa D3 (PLD3), y esa variante estaba presente
únicamente en los familiares con EA. Luego se estudió el ADN de más de 11.000
personas con y sin EA y se halló que la variante en el gen PLD3 dobla el riesgo de padecer la
enfermedad, de modo similar a la variante identificada en TREM2 en estudios anteriores.
Una vez confirmada que esa variante aumentaba el riesgo de
EA, estudiaron toda la secuencia del gen PLD3
en otras 4.000 personas con y sin la enfermedad. Este experimento
fue crucial para identificar otras variantes que también aumentan el riesgo,
confirmando la importancia de PLD3 en
la EA.
Cruchaga C, Karch CM, Jin SC, Benítez BA, Cai Y, Guerreiro
R, et al.
Comunicado de Carlos Cruchaga a la revista Nature
Por eso, “la importancia de este nuevo estudio es la identificación de tres raras variantes genéticas que incrementan el riesgo de alzhéimer y que están todas en el gen PLD3″. “Lo esencial es la identificación inequívoca de este gen”, ha remachado este experto, antiguo alumno de la Universidad de Navarra.
Este científico ha informado de que ahora su equipo está estudiando el alzhéimer en modelos celulares y animales (con y sin el gen PLD3), con el objetivo de probar nuevas terapias. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores usaron las últimas tecnologías de secuenciación de ADN y estudiaron todos los genes del genoma de varios pacientes y familiares.
Se centraron en las familias (un total de 14) que sabían que no tenían ninguna mutación en los genes conocidos hasta la fecha para alzhéimer -APP, PSEN1 y PSEN2- y secuenciaron su exoma -parte del genoma que contiene la información para la síntesis de proteínas-.
Compararon el ADN de los pacientes con alzéhimer con el ADN de los familiares sin la enfermedad e identificaron a dos familias cuyos miembros afectados portaban la misma variante en el gen PLD3. El siguiente paso fue estudiar el ADN de más de 11.000 personas y constatar que la variante en PLD3 dobla la posibilidad de padecer alzhéimer, según una nota de la Universidad de Navarra.
El equipo secuenció entonces el citado gen en otras 4.000 personas con y sin alzhéimer, experimento crucial para identificar las otras dos variantes que aumentan el riesgo a padecerla.Este “innovador” método es tan importante como haber identificado PLD3, según Alison M. Goate, de la Universidad de Washington.
Los pacientes de alzhéimer acumulan en el cerebro la proteína beta amiloide y en este estudio también se constata que cuando se modifica artificialmente los niveles de PLD3 los niveles de la citada proteína también lo hacen: “Cuando la célula tiene más PLD3 hay menos beta amiloide y al contrario”, ha concluido Cruchaga.
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