Se ha desarrollado un nuevo método que
permite el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer (EA) con técnicas
no invasivas. Este diagnóstico temprano podría llevar a un tratamiento más
eficaz cuando todavía la corteza cerebral está menos dañada.
Un grupo de investigadores ha demostrado en
un estudio con 12 pacientes que las alteraciones de las redes funcionales,
medidas mediante magnetoencefalografía, se correlacionan con el nivel de las
proteínas β-amiloide y fosfo-tau en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con
deterioro cognitivo leve. Estas dos proteínas son esenciales para el
diagnóstico de la EA y determinados valores en el líquido cefalorraquídeo son
predictores para el paso a etapas subsiguientes de este trastorno
neurodegenerativo.
Aquellos pacientes con deterioro cognitivo
leve prodrómico que evolucionaban a EA eran los que presentaban unos valores
más alterados en la conectividad funcional. Además, el daño en la integridad de
la sustancia blanca en regiones mediales del lóbulo temporal, en particular del
cíngulo del hipocampo, se correlacionaba con el grado de alteración de las
redes funcionales, estableciendo un vínculo entre conectividad anatómica y
funcional en esta enfermedad.
[J Neurosci 2015]
Canuet L, Pusil S, López ME, Bajo R, Pineda-Pardo JA, Cuesta P.
Canuet L, Pusil S, López ME, Bajo R, Pineda-Pardo JA, Cuesta P.
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