Los adultos mayores con una alimentación rica en antioxidantes no reducirían su riesgo de desarrollar demencia o de padecer un accidente cerebrovascular, señala un estudio publicado en la revista Neurology.
Un equipo halló que las personas que consumían gran cantidad de café, té, naranjas y vino tinto eran tan propensas a desarrollar trastornos neurológicos en los 14 años siguientes como los que evitaban los alimentos ricos en antioxidantes. Aunque existen pruebas de que ciertas vitaminas protegen el cerebro, se desconoce si eso puede aplicarse a todos los antioxidantes, como las vitaminas C y E, el selenio y los flavonoides.
El estudio prospectivo incluyó a 5.395 personas mayores de 55 años que en 1990 habían respondido cuestionarios sobre su consumo de 170 alimentos. El equipo siguió a esos participantes durante los siguientes 14 años, en los que a 599 se les diagnosticó demencia (484 padecían enfermedad de Alzheimer) y 601 tuvieron un primer accidente cerebrovascular. Quienes más antioxidantes ingerían eran tan propensos a padecer esos trastornos neurológicos como los participantes que rara vez los consumían, y este patrón se mantuvo tras considerar la edad, la cantidad de comida ingerida y el tabaquismo.
Las imágenes cerebrales por resonancia magnética no revelaron una relación entre el consumo de antioxidantes y el volumen de la sustancia blanca o gris.
Redacción / Reuters Health
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