El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha denunciado que tiene parado un ensayo clínico en fase III de un fármaco contra el Alzheimer a la espera de encontrar financiación, según han explicado fuentes del CSIC a RTVE.es
La investigadora del CSIC en el Instituto de Química Médica, Ana Martínez Gil, ha indicado que se ha probado en ratones que el medicamento aumenta la capacidad de aprendizaje, ha recogido Efe en una rueda de prensa sobre los retos científicos y sociales para el envejecimiento que ha sido organizada por este organismo público, por la Obra Social "la Caixa" y por la Fundación General CSIC.
Los ensayos clínicos farmacológicos de la fase III, como apunta la Universidad de Barcelona, evalúan la eficacia y seguridad del tratamiento experimental intentando reproducir las condiciones de uso habituales y considerando las alternativas terapéuticas disponibles en la indicación estudiada.
Se realizan con una muestra de pacientes más amplia que en la fase anterior y representativa de la población general a la que irá destinado el medicamento. Son estudios controlados y con asignación aleatoria de los medicamentos.
Los ensayos clínicos farmacológicos de la fase III, como apunta la Universidad de Barcelona, evalúan la eficacia y seguridad del tratamiento experimental intentando reproducir las condiciones de uso habituales y considerando las alternativas terapéuticas disponibles en la indicación estudiada.
Se realizan con una muestra de pacientes más amplia que en la fase anterior y representativa de la población general a la que irá destinado el medicamento. Son estudios controlados y con asignación aleatoria de los medicamentos.
Avance de los ensayos clínicos en humanos
Según Martínez, el CSIC ya probó en modelos animales que el fármaco -denominado Tideglusib-, que además de aumentar la capacidad de aprendizaje, frena la muerte neuronal y disminuye la inflamación cerebral. Estos resultados se publicaron en 2009 en la revista Neurobiology of Aging.
El fármaco ha superado la fase I -se ha demostrado su seguridad probándolo en voluntarios sanos- y la fase II -se ha probado la seguridad esta vez en 350 pacientes con Alzheimer y han comenzado a aparecer "leves signos de su eficacia"-, ha constatado Martínez.
Sin embargo, ha lamentado, que estén parados, ya que en la siguiente fase necesitan reclutar a 1.500 pacientes de varios países para comprobar la eficacia del fármaco en humanos. La investigadora ha apuntado a que estaba prevista para finales de 2012. "España no se libra de la crisis" y hace falta "perseverancia y apoyo financiero", ha rematado esta investigadora.
Martínez, quien no ha querido especificar la cantidad necesaria para llevar a cabo un ensayo de estas características, ha indicado que el CSIC está en conversaciones con la Administración, sin embargo ha recordado que esta suele dar su apoyo en las primeras fases y son los laboratorios los que tienen que financiar los ensayos clínicos en fase III y IV (cada fármaco pasa por 4 fases).
"Llega un momento en que necesitamos a una compañía farmacéutica o un nuevo modelo de compañía", ha dicho, y fuentes del CSIC han confirmado que también están en contacto con distintas farmacéuticas, según apunta Efe.
No obstante, Martínez ha apuntado que si hubiera voluntad de los neurólogos en los hospitales públicos españoles y de las administraciones autonómicas este ensayo se podría programar al menos en España. De cumplirse el calendario y probarse la eficacia, este fármaco podría estar en tres años en el mercado, ha estimado.
El fármaco ha superado la fase I -se ha demostrado su seguridad probándolo en voluntarios sanos- y la fase II -se ha probado la seguridad esta vez en 350 pacientes con Alzheimer y han comenzado a aparecer "leves signos de su eficacia"-, ha constatado Martínez.
Sin embargo, ha lamentado, que estén parados, ya que en la siguiente fase necesitan reclutar a 1.500 pacientes de varios países para comprobar la eficacia del fármaco en humanos. La investigadora ha apuntado a que estaba prevista para finales de 2012. "España no se libra de la crisis" y hace falta "perseverancia y apoyo financiero", ha rematado esta investigadora.
Martínez, quien no ha querido especificar la cantidad necesaria para llevar a cabo un ensayo de estas características, ha indicado que el CSIC está en conversaciones con la Administración, sin embargo ha recordado que esta suele dar su apoyo en las primeras fases y son los laboratorios los que tienen que financiar los ensayos clínicos en fase III y IV (cada fármaco pasa por 4 fases).
"Llega un momento en que necesitamos a una compañía farmacéutica o un nuevo modelo de compañía", ha dicho, y fuentes del CSIC han confirmado que también están en contacto con distintas farmacéuticas, según apunta Efe.
No obstante, Martínez ha apuntado que si hubiera voluntad de los neurólogos en los hospitales públicos españoles y de las administraciones autonómicas este ensayo se podría programar al menos en España. De cumplirse el calendario y probarse la eficacia, este fármaco podría estar en tres años en el mercado, ha estimado.
Proyectos sobre envejecimiento
En la rueda de prensa se ha presentado el estado de los Proyectos Cero en Envejecimiento, una convocatoria de la Fundación General CSIC. En 2012 se seleccionaron cinco proyectos que se financiaron con un millón de euros por la Obra Social "la Caixa".
Uno de estos proyectos pretende aplicar sistemas BCI (Brain Computer Interface, Interfaz Cerebro Computadora) al entrenamiento cognitivo y al control domótico para prevenir los efectos del envejecimiento.
Se trata, según Roberto Hornero de la Universidad de Valladolid, de usar la actividad cerebral para controlar dispositivos, como el ratón del ordenador o televisor.
Otro de los proyectos, dirigido por Joan Subirats, de la Universidad Autónoma de Barcelona, pretende reforzar la participación de las personas mayores en el proceso de elaboración y ejecución de políticas públicas para promover el envejecimiento activo.
Además, hay una iniciativa para diseñar videojuegos, otra sobre pensiones y educación y una sobre biomateriales para modular la inflamación producida por la degeneración macular asociada a la edad.
Uno de estos proyectos pretende aplicar sistemas BCI (Brain Computer Interface, Interfaz Cerebro Computadora) al entrenamiento cognitivo y al control domótico para prevenir los efectos del envejecimiento.
Se trata, según Roberto Hornero de la Universidad de Valladolid, de usar la actividad cerebral para controlar dispositivos, como el ratón del ordenador o televisor.
Otro de los proyectos, dirigido por Joan Subirats, de la Universidad Autónoma de Barcelona, pretende reforzar la participación de las personas mayores en el proceso de elaboración y ejecución de políticas públicas para promover el envejecimiento activo.
Además, hay una iniciativa para diseñar videojuegos, otra sobre pensiones y educación y una sobre biomateriales para modular la inflamación producida por la degeneración macular asociada a la edad.
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