El diagnóstico del alzhéimer pre demencia ya no es un tema de investigación, sino un concepto que debe usarse en las consultas especializadas. A pacientes bien seleccionados, con buena historia clínica y exámenes cognitivos, estas pruebas pueden dar la clave del diagnóstico. La pregunta es ¿para qué diagnosticar pronto si no hay tratamiento? ¿Para qué gastar dinero? Yo defiendo que el alzhéimer sí tiene tratamiento. Hay cuatro fármacos que han demostrado eficacia parcial, transitoria, pero cuando se pregunta a los enfermos es una eficacia importante y que se nota.
Lo que no sabemos, y probablemente no sabremos nunca, es si alguno de esos fármacos se administra en una fase pre demencia lograria que se retrase la aparición de pérdida de autonomía. No lo sabremos porque estos fármacos pasan a genéricos y la industria no invertirá en hacer un ensayo clínico que lo demuestre y los de financiación pública brillan por su ausencia. Entonces, ¿por qué no se pasa de la investigación a la práctica clínica diaria en algo que ya está al alcance? Si no se hace es porque existe una falta de organización de las consultas. Es imposible que un médico de primaria detecte un caso que ha de derivar al especialista en cinco minutos de consulta. Hay que crear unidades de diagnóstico y tratamiento. Y no tiene que suponer grande inversiones de ladrillo. Basta con coordinar bien los equipos que ya existen, crear consultas monográficas.
Es complicado, pero es abordable
Pablo Martinez-Lage
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