Ética y Buenas Prácticas

Podriamos definir Buenas Prácticas en Atención a Personas con Alzheimer, aquellas que van acordes con el nivel de conocimiento científico-técnico, en una estructura de Asociacionismo donde la humanización, el apoyo y el cariño son el hilo conductor. Respondiendo a necesidades sociales y como siempre adecuandonos al nivel socioeconómico disponible. En un servicio Público de Salud hay que tener una dimensión universal y de justicia social. Todo ello en un contexto ético de respeto a las personas diagnosticadas de Alzheimer y a sus cuidador@s. A. López

miércoles, 4 de julio de 2012

El reto del cuidador no profesional





Hacerse cargo de una persona dependiente es una experiencia intensa y prolongada que marca considerablemente la rutina diaria. Además, exige reorganizar la vida familiar, laboral y social en
función de las tareas que implica atenderle.

Asistencia al dependiente
En la mayoría de los casos, el papel del cuidador suele recaer en un familiar directo, no profesional, que convive con él y que carece de los conocimientos y la formación adecuadas para responder a las necesidades que se le plantean en el día a día. Cuando la persona dependiente sufre incontinencia urinaria, a las atenciones derivadas de la primera situación, se añaden las específicas de esta patología. Aquí el papel del cuidador no profesional adquiere una especial relevancia ya que pasa a desempeñar una función esencial en diversos aspectos. Presta asistencia física y psicológica al afectado o familiar, le ayuda a afrontar su problema y, sobre todo, garantiza su higiene regular. Es en este aspecto donde el cuidador no profesional puede encontrar más dificultad ante la ausencia de conocimientos a la hora de manejar correctamente a su familiar y de emplear los productos más adecuados para mejorar su bienestar y calidad de vida. Es normal que surjan multitud de dudas en el cuidador, pues no puede convertirse en profesional
desde el primer día. Por ello es muy importante que conozca sus límites y no rechace una ayuda cualificada cuando la necesite. El profesional sanitario, más concretamente la enfermería, debe ser percibido como un aliado experto en el tema y capaz de aportar conocimientos y respuestas.

Formación e información
En este sentido, es fundamental que la enfermería asuma como un reto propio el formar e informar al cuidador no profesional en tareas básicas con el paciente incontinente, tales como la higiene diaria. Efectuar una limpieza suave, minimizando el contacto directo con la orina y las heces para evitar rozaduras; limpiar desde adelante hacia atrás para no contaminar la uretra y evitar infecciones
de las vías urinarias; enjuagar y secar cuidadosamente la zona para prevenir un exceso de humedad en la piel; cambiar el absorbente con la frecuencia adecuada a cada caso; y mantener hidratada la piel del paciente y con un pH natural de entre 4 y 7, son algunas de las recomendaciones que los profesionales sanitarios deben inculcar a aquellos cuidadores que asumen en soledad una responsabilidad tan grande.
Para mejorar la calidad de vida del paciente, es también necesario que reciban todas las recomendaciones
posibles sobre aquellas soluciones específicas que se adapten a sus necesidades tanto físicas como
psíquicas.

Requisitos para ser designado como cuidador/a no profesional en el marco de la Ley de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia
Las personas con un grado y nivel de dependencia reconocido y que esté en vigor su protección, tienen el derecho a que se diseñe un programa individual de atención.
En el caso en que se valore que el recurso / servicio más adecuado es la prestación por cuidados en el entorno familiar y apoyo a los cuidadores no profesionales, se designará una persona que desempeñe la función de cuidador/a no profesional.
El personal técnico correspondiente, previa negociación con la persona en situación de dependencia y/o sus familiares, negociarán la persona designada que ha de reunir los siguientes requisitos:
  • Ser mayor de 18 años.
  • Residir legalmente en España
  • Ser familiar hasta el tercer grado.
  • Contar con la capacidad física y psíquica suficiente para desarrollar adecuadamente por sí misma las funciones del cuidado y apoyo.
  • Contar con el tiempo de dedicación suficiente para atender a la persona beneficiaria.
  • Asumir la responsabilidad del cuidado, aunque en el ejercicio de las funciones pueda estar apoyada por otras personas.
  • Tener disponibilidad para prestar el cuidado y atención de forma adecuada y continuada durante un periodo mínimo de un año, a partir de la resolución de dicha prestación, excepto que por circunstancias sobrevenidas e imprevisibles no pueda completar este periodo.
  • Disponer de unas condiciones mínimas de habitabilidad de la vivienda, entre las que se valorará la accesibilidad suficiente que permita el ejercicio de las funciones de cuidado personal.
  • Convir en el mismo domicilio. Este requisito constituye un elemento referencial de condición adecuada.
  • Tener proximidad física entre los respectivos domicilios, en la medida en que permita dispensar una atención pronta y adecuada a la persona en situación de dependencia. En el informe que se elabore por los servicios sociales correspondientes en el marco del Programa Individual de Atención, debe quedar constancia de que se dan las adecuadas condiciones de convivencia y relación.

Excepcionalmente, en el caso de varias personas cuidadoras que se sucedan de forma rotatoria, con cambio o no de domicilio de la persona en situación de dependencia, se determinarán claramente los periodos de tiempo que corresponden a cada una de ellas dentro del periodo del año natural, sin que pueda establecerse para cada una de las mismas un periodo continuado inferior a tres meses.
Cuando en el programa individual de atención (PIA), se designa un cuidador/a no profesional, éste se compromete a que se mantengan las condiciones en que se encuentra atendida la persona en situación de dependencia y, en el caso de que éstas cambien, a informar de ello para poder modificar el programa individual de atención y ajustarlo a la nueva situación que exista.

¿Qué Formación debe recibir el cuidador no profesional?
En la Resolución de 4 de noviembre de 2009 que recoge el Acuerdo del Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, se describen las áreas de formación en las que se tiene que incidir con objeto de mejorar la calidad de la atención que dan los cuidadores no profesionales.
Entre otros los objetivos de la formación se encuentran :
  • Facilitar unos conocimientos básicos a las personas cuidadoras para mejorar el cuidado socio-sanitario de las personas en situación de dependencia.
  • Promover que las personas cuidadoras apliquen los procedimientos y estrategias más adecuadas para mantener y mejorar la autonomía personal de la persona en situación de dependencia y sus relaciones con el entorno.
  • Ofrecer información sobre soportes de apoyo que propicien el autocuidado y la vida autónoma de la persona en situación de dependencia.
  • Facilitar un apoyo emocional a las personas cuidadoras a través de actuaciones de autocuidado.
  • Informar y orientar sobre los recursos sociosanitarios más adecuados para garantizar los cuidados, la asistencia y la vida autónoma de las personas en situación de dependencia.
  • Impulsar el reconocimiento social de las personas cuidadoras, favoreciendo, en su caso, una orientación para una futura integración en el mercado laboral.

Áreas de formación:
  • Papel del cuidador/a no profesional.
  • Medidas higiénico sanitarias para el cuidador/a no profesional.
  • Grupos de autoayuda y ayuda mutua.
  • Competencias y habilidades para el cuidado.
  • Cuidados sanitarios.
  • Cuidados psicosociales.
  • Técnicas para favorecer la libre determinación y la máxima autonomía individual de la persona en situación de dependencia.
  • Técnicas para favorecer las relaciones sociales. Actividades de acompañamiento y de relación social. Estrategias de intervención.
  • El ocio y el tiempo libre de la persona en situación de dependencia.
  • Recursos existentes y generación de redes sociales
  • Información sobre el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia
Funciones del cuidador no profesional
Una de las prioridades de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de dependencia, es posibilitar y colaborar con el mantenimiento de la persona en su entorno habitual, bien habilitando ayudas en promoción de su autonomía, o apoyando la labor que se viene realizando en el entorno familiar para que se favorezca la atención recibida.
Entre las tareas de las administraciones implicadas en su puesta en marcha, se encuentra la de proporcionar la formación necesaria a los/as cuidadores no profesionales para mejorar los cuidados que estos ofrecen a las personas en situación de dependencia.
Los/as cuidadores no profesionales, son los responsables de la atención que se realiza.
La atención integral de la persona implica entre otros la consecución de los siguiente objetivos:
  • Promocionar la autonomía de la persona en situación de dependencia.
  • Favorecer habilidades de comunicación: interpersonal, expresión de sentimientos, asertividad, empatía y escucha activa, en relación a la persona cuidadora y al entorno.
  • Garantizar unas medidas higiénico sanitarias
  • Prevenir riesgos en el domicilio
  • Prevenir lesiones
  • Realizar las tareas del hogar, etc.

Sin olvidar la importancia de priorizar la formación del cuidador/a hacia la prevención del estrés y la sobrecarga de la persona cuidadora entrenando en habilidades y estrategias de autocuidado.

Cuidar al Cuidador
Las personas que prestan sus cuidados a otras de su entorno que se encuentran en una situación de necesidad, necesitan de la información y del soporte necesario durante todo su proceso de atención, que les permita disponer de un tiempo de mayor calidad, que repercutirá positivamente en ella misma, en la persona cuidada y en su entorno familiar.
La Obra de la Fundación "La Caixa", ha desarrolado el Programa "Un cuidador. Dos Vidas", Programa de Atención a la Dependencia. Apoyo al Cuidador Familiar.
El Programa consta de:
  • Dos Guías de consulta para el cuidador familiar:
    • Estas dos guías facilitan instrumentos para disponer de un tiempo propio de calidad, prevenir el desgaste inherente a las labores de cuidador, y asesorarle en técnicas para el cuidado de la persona en situación de dependencia.
    • Además, las guías contienen la información de los recursos y programas que se realizan en cada comunidad autónoma, en el ámbito de la dependencia.
             Un Dvd que incluye orientaciones prácticas para contribuir a la mejora de su tarea diaria.     
             Un Servicio de atención telefónica al Cuidador/a a través del 900 22 00 00
Aquellas personas  que estén interesadas en disponer de este material, pueden solicitarlo a través de la Web de la Obra Social "La Caixa".Imagen de abrir en una ventana nueva

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