Ética y Buenas Prácticas

Podriamos definir Buenas Prácticas en Atención a Personas con Alzheimer, aquellas que van acordes con el nivel de conocimiento científico-técnico, en una estructura de Asociacionismo donde la humanización, el apoyo y el cariño son el hilo conductor. Respondiendo a necesidades sociales y como siempre adecuandonos al nivel socioeconómico disponible. En un servicio Público de Salud hay que tener una dimensión universal y de justicia social. Todo ello en un contexto ético de respeto a las personas diagnosticadas de Alzheimer y a sus cuidador@s. A. López

domingo, 31 de mayo de 2015

Proteína amiloide vinculada con la enfermedad de Alzheimer, en jóvenes de 20 años


 
 
La acumulación de placa amiloide en el cerebro, que se ha vinculado con el inicio de la enfermedad de Alzheimer (EA), se ha identificado en el cerebro de personas de apenas 20 años de edad.

Los investigadores analizaron el cerebro de 13 personas de 20-66 años sin problemas de salud mental, de 14 personas sin demencia de 70-99 años y de 21 pacientes con EA de 60-95 años. Se prestó especial atención a la neurona colinérgica del cerebro basal anterior, que parece ser particularmente vulnerable a la muerte celular en pacientes con EA y es esencial para la memoria y la atención.

Se observó una acumulación tóxica de proteína amiloide en esas células en todo el espectro de edad y salud. No se observó el mismo grado de acumulación en otros tipos de células nerviosas en regiones distintas del cerebro. Los grumos eran usualmente más grandes en el cerebro de las personas más ancianas y en el de pacientes con EA.

No se conoce el mecanismo exacto mediante el cual la proteína amiloide provoca daño, ni si su acumulación es el principal desencadenante de EA, pero lo más sorprendente ha sido constatar la acumulación de placa amiloide en las células nerviosas de individuos de apenas 20 años, aunque las conclusiones se han basado en unas pocas muestras de cerebro y se han limitado exclusivamente al crecimiento de la placa en una determinada región cerebral y en un tipo de neuronas específicas.

Brain 2015]
Baker-Nigh A, Vahedi S, Davis EG, Weintraub S, Bigio EH, Klein WL, et al.

viernes, 29 de mayo de 2015

La proteína tau podría ser la causa principal de pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer


 
 
La acumulación anómala de la proteína tau en el cerebro podría ser la causa principal de la enfermedad de Alzheimer (EA). La mayoría de la investigación sobre la EA de los últimos 25 años se ha centrado en la proteína amiloidea, ya que se acumula en el cerebro a medida que la enfermedad progresa, pero no sería la principal culpable de la pérdida de memoria que es el sello distintivo de la EA.

Los investigadores analizaron el cerebro de 1.375 pacientes fallecidos con EA, que murieron a diferentes edades y en distintas etapas de la enfermedad, y los compararon con más de 2.200 cerebros sin EA. Inicialmente, los pacientes en los que se descubrieron mutaciones o cambios en el gen de la proteína amiloidea eran los que tenían una patología grave de EA, sobre todo con niveles elevados de la proteína.

Sin embargo, cambios en la proteína tau provocan inestabilidad en las neuronas del hipocampo, el centro de la memoria. Las evidencias sugieren que la proteína tau anómala se propaga célula a célula y disemina así la tau patológica por la corteza cerebral. La corteza es la parte externa del cerebro que está implicada en los niveles superiores de pensamiento, planificación, conducta y atención, lo que se refleja en los cambios conductuales que presentan más tarde los pacientes con EA.

La proteína amiloidea, por otra parte, empieza a acumularse en las partes externas de la corteza y luego se propaga hacia el hipocampo y a otras áreas, pero cuando se explica la gravedad de la patología de la proteína tau, la relación entre la amiloidea y la cognición desaparece, lo que indica que tau sería la principal causante de la pérdida de memoria en pacientes con EA.

Brain 2015]
Murray ME, Lowe VJ, Graff-Radford NR, Liesinger AM, Cannon A, Przybelski SA, et al

domingo, 17 de mayo de 2015

Simular cómo guarda los recuerdos el cerebro para atrasar el alzheimer



                                    
           El sistema de AlzhUp, en proceso de patente, genera bancos de recuerdos personales.
           El objetivo de individualizar al máximo las terapias para enfermos de Alzheimer

Los recuerdos no se almacenan en la memoria como en un archivador. Las fechas no importan, pero sí las imágenes, los sonidos, las palabras... AlzhUp ha desarrollado un algoritmo único que simula la manera en que el cerebro recopila las experiencias para crear Bancos de recuerdos personales. Su finalidad es personalizar las terapias para enfermos de Alzheimer.

La idea surge de uno de los cofundadores, Marcos Valenzuela, que a raíz de su contacto diario con pacientes con Alzheimer detectó cómo el uso de dispositivos móviles mejoraba su vínculo con la familia. Junto a Rafael Espinosa y Gerardo Ladrón, inició una aventura empresarial bajo el nombre de AlzhUp, en Zaragoza. «Queríamos introducir las nuevas tecnologías en la enfermedad porque hasta ahora no se han aplicado o se han usado de manera muy tradicional», comenta Espinosa.
La empresa, puntualiza el socio, no ofrece una 'app', sino un servicio sociosanitario integral que se articula a través de un vehículo como el teléfono móvil o la tableta. Tiene dos grandes propósitos. Primero, retardar el deterioro cognitivo. «A día de hoy no se puede frenar o detener el Alzheimer, pero sí ganar tiempo», afirma Espinosa. El segundo propósito es recuperar la participación activa de la familia con el enfermo. «Normalmente hay una persona que se encarga del paciente y el resto no se involucra tanto porque lo ve como un problema», explica.

Para lograr este tremendo desafío la empresa se apoya en tres pilares. El primero es la digitalización de las terapias. Ha empezado con Pacid, validada científicamente por la Universidad de Salamanca y el Imserso. «Hasta ahora, todo se hacía con lápiz, papel y fotocopias», indica. AlzhUp, sin embargo, ofrece un servicio centralizado con informes para los profesionales e información en tiempo real para los familiares sobre la evolución del enfermo. El problema es que estas terapias son genéricas y no se adaptan al perfil de cada paciente. Para aportar la máxima personalización, AlzhUp ha creado lo que llama Banco de recuerdos personal.
La idea es reproducir la memoria del enfermo en la nube. Allí se almacenan sus experiencias pasadas en todos los formatos posibles: vídeos, música, fotografías, audios o textos. «Por sí mismo esto no es una novedad», apunta Espinosa. AlzhUp marca la diferencia con su algoritmo, en proceso de patente, que simula la manera en que el cerebro guarda los recuerdos. «Las redes sociales, por ejemplo, catalogan las vivencias por fechas, pero los recuerdos no se ordenan así», recalca. El algoritmo funciona a partir de tres conceptos fundamentales: la historia de vida, todavía estoy aquí y el 'Arte de la Memoria', una obra de la historiadora británica Frances Amelia Yates, donde describe los diferentes métodos mnemotécnicos desarrollados por los grandes intelectuales a lo largo de la historia.

Es sistema, además, es compatible con «casi todas las redes sociales». «De esta manera, el usuario no tienes porqué trabajar dos veces», subraya. Puede añadir nuevos recuerdos o importar los que ya tenga en las plataformas sociales. Con este método de catalogación en el Banco de recuerdos personal, la terapia se puede personalizar, «multiplicando sus resultados y ayudando a retardar el deterioro cognitivo». «Por ejemplo, si se usa una canción cualquiera en el tratamiento, el cerebro no reaccionará igual que si se utiliza una música que ha formado parte de un momento singular en la vida del paciente», describe Espinosa.
La tercera clave de Alzhup se asienta en la gamificación. «Se trata de hacer divertidos procesos que en principio no lo son», dice el cofundador. La idea es involucrar a todos los familiares del enfermo intentando que «desaparezca esa sensación de no querer enfrentarse a un problema». En este sentido, la empresa introduce juegos y monedas virtuales, que además permiten explotar su modelo de negocio.

La plataforma, que Espinosa espera que esté en el mercado después de verano, se dirigirá a tres clientes principales: el propio usuario o familiar, los profesionales de la salud y los centros especializados. Todos contarán con el asesoramiento y mantenimiento de AlzhUp, que ya está estudiando la posibilidad de digitalizar nuevas terapias como las que utilizan animales.

martes, 5 de mayo de 2015

Una dieta podría reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer


 
 
Investigadores probaron con éxito una dieta especial que diseñaron y que parece reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

El estudio comparó la llamada dieta MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay) con la popular dieta mediterránea benigna para el corazón, y la dieta DASH que busca ayudar a controlar la presión alta. La dieta MIND toma muchos aspectos de las otras dos, y todas contienen principalmente vegetales y una baja cantidad de alimentos con alto contenido de grasa. Sin embargo, la dieta MIND pone un énfasis particular en comer alimentos “saludables para el cerebro”, como vegetales de hojas verdes y bayas, entre otras recomendaciones.

El estudio, realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, descubrió que cumplir estrictamente cualquiera de las tres dietas reducía las probabilidades de contraer la enfermedad de Alzheimer. No obstante, sólo la dieta MIND pareció ayudar a contrarrestar la enfermedad aun cuando la gente seguía sólo algunas de las recomendaciones de la dieta. La investigación fue basada en la observación, no fue aleatoria ni controlada, y por lo tanto no es evidencia de que la dieta MIND causó un riesgo menor de contraer Alzheimer. En cambio, la investigación muestra que hay una asociación entre ambos.

El estudio es parte de un pequeño conjunto de investigaciones que se centran en la forma en que la nutrición puede mejorar la salud cerebral y prevenir el declive cognitivo y el daño a la memoria que traen aparejado el Alzheimer y otras formas de demencia. Expertos afirman que hay una conciencia creciente de que los factores de estilo de vida —no sólo la genérica— juegan un rol prominente en el desarrollo del Alzheimer, y los investigadores esperan encontrar una dieta óptima que reduzca las probabilidades de desarrollar la enfermedad. Se estima que unos 5,1 millones de personas en Estados Unidos tienen Alzheimer, una cifra que se prevé que crezca a 7,1 millones para 2025, según la Asociación de Alzheimer.

 Martha Clare Morris, profesora de epidemiología neurológica de Rush: “A medida que aprendemos más y más, creo que modificaríamos o actualizaríamos la dieta (MIND) según las investigaciones más recientes”, principal autora del estudio, publicado recientemente en la revista Alzheimer’s & Dementia.

La dieta MIND, cuyo desarrollo llevó dos años, toma su nombre de las siglas de Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay (algo así como Intervención mediterránea-DASH para retraso neurodegenerativo). DASH son las siglas de Dietary Approaches to Stop Hypertension (Enfoques dietarios para detener la hipertensión).

Por ejemplo, las frutas, que son una recomendación común en las dietas para mantener saludable el corazón, no han mostrado detener el declive cognitivo o prevenir la demencia, pero las bayas, y en especial los arándanos, sí lo han hecho, señala Morris. La dieta MIND recomienda comer bayas al menos dos veces a la semana y no incluye recomendaciones de otros tipos de frutas. La investigación también ha mostrado que los vegetales de hojas verdes protegen al cerebro más que otros vegetales. La dieta MIND incluye una porción de hojas verdes además de comer uno o más vegetales extra al día. La dieta MIND contiene muchas nueces y frijoles, granos enteros y aceite de oliva, y recomienda una copa de vino diaria, todo lo cual también es recomendado por una o las dos otras dietas.

El estudio se realizó entre 923 participantes que no tenían demencia al comienzo de la investigación. Sus edades oscilaban entre los 58 y 98 años, con una mediana de 81 años. Los participantes, que fueron relevados en promedio durante cuatro años y medio, respondieron cuestionarios todos los años sobre cuán a menudo comían ciertos alimentos, entre 144 opciones distintas. Quienes se alimentaron siguiendo de cerca la dieta MIND registraron un riesgo 53% menor de desarrollar Alzheimer. El riesgo se redujo 54% con la dieta mediterránea y 39% con la dieta DASH.

De forma considerable, el seguir la dieta MIND aún de forma moderada ayudó a disminuir el riesgo de Alzheimer en 35%. El estudio controló la predisposición genética, la actividad física, la actividad cognitiva y la educación. Un análisis más profundo controló varias enfermedades crónicas. Fue el primer estudio publicado sobre la dieta MIND, y los investigadores prevén que se realicen más cambios pequeños. Por ejemplo, luego de más investigación podrían agregarse a la dieta el cacao y la cafeína, señala Morris.

Los investigadores también analizaron vegetales de hojas verdes en relación al declive cognitivo. Los participantes que comieron de una a dos porciones de vegetales verdes al día registraron un “descenso drástico en la tasa de declive cognitivo” frente a la gente que comía menos verdes, dice Morris. “Era alrededor del equivalente de ser 11 años más joven”, agrega.

Murali Doraiswamy, profesor de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Duke, y experto en Alzheimer que no estuvo involucrado en el estudio de la dieta MIND, elogia el potencial de la dieta. Afirma, no obstante, que se necesita un estudio controlado aleatorio para determinar si la dieta realmente reduce el riesgo de demencia, y si combinarla con cambios en el estilo de vida como hacer ejercicio y meditación podría generar más beneficios.

 La dieta MIND consta de 15 componentes, incluyendo 10 grupos de alimentos para la salud cerebral, como las verduras, nueces, bayas, frijoles, granos enteros, pescado, aves de corral, aceite de oliva y vino, y 5 grupos no saludables, los cuales incluyen la carne roja, mantequilla, queso, pasteles, dulces y comida chatarra.

Siguiendo este plan alimenticio, una persona debe comer por lo menos tres porciones de granos enteros, una ensalada y algún vegetal todos los días, junto con un vaso de vino tinto. Además, como coalición se deben consumir nueces casi diariamente. Las bayas y aves se deben consumir al menos dos veces a la semana y el pescado una vez por semana. En cambio, los alimentos no saludables se deben limitar a una porción por semana. 

Los investigadores aseguran que, en cuanto más tiempo se mantenga la dieta MIND, menor será el riesgo de desarrollar Alzheimer.  

Puesto que el estudio reclutó voluntarios que ya participaban en el Proyecto Rush de Memoria y Envejecimiento, el cual comenzó en 1997 entre residentes de Chicago, el equipo admite que sus prometedores resultados deben ser confirmados por otros investigadores en diferentes poblaciones y a través de ensayos aleatorios .

 El estudio ha sido publicado en Journal of the Alzheimer’s Association