Ética y Buenas Prácticas

Podriamos definir Buenas Prácticas en Atención a Personas con Alzheimer, aquellas que van acordes con el nivel de conocimiento científico-técnico, en una estructura de Asociacionismo donde la humanización, el apoyo y el cariño son el hilo conductor. Respondiendo a necesidades sociales y como siempre adecuandonos al nivel socioeconómico disponible. En un servicio Público de Salud hay que tener una dimensión universal y de justicia social. Todo ello en un contexto ético de respeto a las personas diagnosticadas de Alzheimer y a sus cuidador@s. A. López

martes, 26 de agosto de 2014

Dos nuevas lineas de investigación nos refuerza para seguir trabajando


Descubrimiento israelí podría revertir el daño por Alzheimer

Una investigación realizada por un equipo de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, puede mostrar el camino para proteger las células del daño causado por la enfermedad de Alzheimer, e incluso aquellos que la enfermedad ocasiona antes del tratamiento. Se trata de la identificación de una proteína similar a una que protege al cerebro de lesiones, pero que no está presente en estos pacientes.

Qué causa la enfermedad de Alzheimer es todavía un misterio, pero las condiciones que conducen a la demencia asociada a la enfermedad son muy claras para los científicos. Acumulaciones de placa en neuronas matan a las células del cerebro en los enfermos, lo que conduce a la degeneración de la función cognitiva y la pérdida de memoria asociadas con la enfermedad.

Uno de los objetivos más importantes de la investigación de Alzheimer ha sido la de encontrar formas de proteger a las células del cerebro de estas placas seniles y ovillos neurofibrilares. En un estudio publicado en la Revista Enfermedad de Alzheimer, la profesora Illana Gozes describe cómo NAP (un fragmento de una proteína esencial para la formación del cerebro) ha mostrado en estudios anteriores que protege el funcionamiento cognitivo.

La pérdida de NAP expone las células al daño físico que con el tiempo las destruye, pero la aplicación de proteínas con propiedades de NAP las hace saludables de nuevo. Es sólo una proteína que Gozes y su equipo han descubierto. La investigación, dijo, podría eventualmente conducir al desarrollo de medicamentos para tratar la enfermedad de Alzheimer.

“Hace varios años descubrimos que NAP mostró eficacia en la Fase 2 de ensayos clínicos en pacientes con deterioro cognitivo leve, un precursor de la enfermedad de Alzheimer. Ahora, estamos investigando si hay otras secuencias NAP en otras proteínas”, subrayó.

NAP, también conocido como davunetide, es un péptido ácido de ocho aminoácidos que ha mostrado generar neuroprotección en varios ensayos con seres humanos. NAP deriva de la proteína de la actividad neuroprotectora (ADNP), una molécula que es esencial para la formación del cerebro. “NAP opera a través de la estabilización de los microtúbulos (tubos dentro de la célula que mantienen la forma celular). Sirven como “vías del tren” para el movimiento de material biológico”, dijo Gozes.

“En la enfermedad de Alzheimer, estos microtúbulos se descomponen. Los fragmentos de la proteína recién descubiertas, al igual que NAP, trabaja para proteger a los microtúbulos, protegiendo de esta manera la célula”, añadió. En el estudio, Gozes y su equipo examinaron la tubulina (una subunidad de los microtúbulos) y la proteína tau (unidad de tubulina asociada), importante para el montaje y el mantenimiento de los microtúbulos. Las proteínas tau anormales forman los enredos que contribuyen a la enfermedad de Alzheimer. Entre mayores sean los enredos, la función cognitiva más será dañada.

En pruebas con ratones que sufren de características parecidas a la demencia se encontraron las proteínas anormales tau, se aplicó un fragmento de la tubulina con secuencias NAP con resultados muy prometedores, dijo Gozes.

Cuando NAP “se evapora”, las células del cerebro quedan menos protegidas y se deterioraron. El tratamiento con tubulina invierte el daño. “Nos fijamos en el cerebro de un ratón con demencia y vimos que había una reducción en la proteína NAP, pero tras el tratamiento con el fragmento de la tubulina, la proteína fue restaurada a sus niveles normales”. Además, el tratamiento restauraba el tamaño de los cerebros de los ratones, que se habían reducido debido a la enfermedad.

Otras pruebas se están planificando. Con el tiempo, Gozes cree que un tratamiento efectivo contra la enfermedad de Alzheimer (y otras enfermedades relacionadas a la demencia) podría surgir de esta investigación. “Vemos claramente el efecto protector del tratamiento. Hemos sido testigos de los efectos de restauración y protección de los nuevos fragmentos de proteínas, derivados de las proteínas esenciales para la función celular, en cultivos de tejidos y en modelos animales.”

Hay que seguir trabajando, dijo, pero la investigación del equipo algún día podría convertirse en un tratamiento para alivia, o incluso revertir, la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: LatamIsrael

Investigan en españa cómo una proteína puede revertir la "muerte neuronal" en el Alzheimer

lainformacion.com

Investigadores del Institut de Recerca de Vall d´Hebron (VHIR), de Barcelona, están estudiando la implicación de los receptores de la muerte neuronal y su señalización asociada, como el antagonista FAIM-L, en el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer.
Así lo ha explicado Bruna Barneda, investigadora del VHIR, quien ha destacado, en una entrevista recogida por Servimedia, los resultados obtenidos de la
investigación que coordina.
Esta cíentífica participará en el próximo Congreso Internacional de Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas (CIIIEN), en el que preserntará una ponencia sobre la protección de la muerte neuronal y la incidencia de FAIM-L en este proceso degenerativo.
En palabras de Barneda, “nuestro grupo concretamente analiza el papel de la proteína FAIM-L, una isoforma neuronal que bloquea la vía de señalización pro-muerte que se índice en los receptores de muerte, para regular la neuroinflamación que subyace al Alzhéimer”.
"CASCADA DE LA MUERTE"
Los receptores de muerte, según Barneda, “son los miembros de la familia del del TNF que en el dominio que está dentro de la célula tienen una región capaz de reclutar unas proteínas que induce la muerte”. Como explicó la investigadora, “cuando una neurona es expuesta a la citoquina TNF, el receptor de muerte induciría la activación de la cascada de muerte, pero si hay FAIM-L dentro de esa neurona, lo bloquea e induce otras señales que participan en el desarrollo normal del cerebro”.
Como consecuencia de este proceso neurodegenerativo, Bruna Barneda hizo hincapié en la necesidad de “conocer los mecanismos que activan o desactivan los receptores de muerte para evitar la muerte neuronal y la neurodegeneración en enfermedades como el Alzhéimer”.
En este sentido, la investigadora subrayó que se ha detectado que “las personas afectadas por esta enfermedad tienen menos FAIM-L y, además, que la presencia o ausencia de esta proteína cambiar el efecto que ejerce el receptor de muerte TNF (o factor de necrosis tumoral) sobre las neuronas, pasando de un efecto protector a uno tóxico”.
CUÁNDO MUEREN LAS NEURONAS
Aunque actualmente existe la posibilidad de proteger a las neuronas de la muerte celular, la investigadora indicó que “en el caso de la enfermedad de Alzheimer, el mayor hándicap es detectar cuando se están muriendo las neuronas”. Por otro lado, señaló que “en otras enfermedades, dónde se tiene claro el momento de degeneración de las neuronas, también resulta difícil actuar sobre un elemento del sistema”.
Asimismo, Barneda apuntó que “si bien es cierto que el FAIM-L protege a las neuronas de la muerte, sólo lo hace de una serie de estímulos determinados”, y advirtió que “hay muchas maneras de inducir la muerte en una neurona”.
En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, la investigadora informó que “prevalece un componente muy importante de muerte celular programada provocada por las mismas células”. En algunos casos, según mencionó Bruna Barneda, “esta muerte puede ser inducida por factores internos en la célula, como acumulación de radicales libres de oxígeno o un mal funcionamiento de ensamblaje proteico, pero en otros casos, la muerte viene inducida por factores externos, situación en la que la maquinaria de los receptores de muerte y sus antagonistas como FAIM-L juegan un papel clave induciendo la muerte cerebral o previniéndola”.
GRAN HALLAZGO
A este respecto, Barneda insistió de nuevo en la importancia de “comprender el funcionamiento de la muerte neuronal y, en concreto, de estimar los niveles de FAIM-L de una persona con enfermedad de Alzheimer”. Un gran hallazgo, que “permitiría ayudar a conocer en qué punto se halla la neuroinflamación, a tener una idea más clara del punto de evolución en que se encuentra la enfermedad y a moldear así los tratamientos del paciente”, según la investigadora.
Por último, Bruna Barneda quiso resaltar la celebración de congresos y encuentros como CIIIEN 2014, ya que “siempre son positivos para compartir el conocimiento, que es la mejor forma de avanzar”. Además, la investigadora se refirió al seguimiento por streaming de este congreso como un “gran paso para que los trabajos presentados puedan llegar a muchas personas y se siga divulgando lo aprendido”.

(SERVIMEDIA)

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